Todos conocíamos a Asunción Sánchez Zaplana antes de que llegara a la oposición: fue edil de acción social con Sonia Castedo y consellera de Bienestar Social con Alberto Fabra. El Partido Popular le tiene tanta estima que decidió ponerla de cabeza de lista para las elecciones locales. Ella se pateó las calles durante la campaña electoral explicando su compromiso con la ciudad y con los alicantinos. Pero ese compromiso debió esfumarse al ver los votos que lograba en los comicios. Los populares pasaban a la oposición tras 20 años en el gobierno y no de cualquier manera: de 18 ediles a 9. Suni debió enfadarse tanto que en cuanto ha tenido oportunidad se ha olvidado de su compromiso con la ciudad y se irá al senado.
No es el único ejemplo. Ximo Puig decidió colocar a Julián Lopez como número uno del PSOE a Les Corts por Alicante. Lleva menos de seis meses y ya se ha olvidado también del compromiso con los valencianos. Se marchará al Congreso de los Diputados.
Lo que hace que me planté varias cuestiones: O los partidos políticos no tienen gente suficientemente capacitada para llegar a todas las administraciones, en este caso tendrían que mirárselo; o lo que no tienen es vergüenza; o, peor, piensan que los votante tenemos algún problema de memoria. A esta última cuestión daremos respuesta el próximo 20 de Diciembre.
Intenté que PP y PSOE explicaran por qué juegan con la confianza de sus votantes. Esta fue la respuesta:
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